1 may 2017

Ni mas ni menos, dame veneno

Era Jueves. Juan Ramón termino de acicalarse. En el espejo tenia pegada una foto de Jero, el de Los Chichos. Se había estado recortando el bigotillo como él. Ya solo le faltaba el toque final. Abrió la botella de litro de Varón Dandy y se echo un generoso chorro en la mano. Luego se paso esta por el cuello. Los otros debían estar esperándole en el bar.
Juan Ramón, junto a Juan Manuel y Juan José formaban los Ni mas ni menos. Una banda- tributo. Todos los Jueves quedaban para ensayar. Se sentaban en la terraza de La venta de la Luisa, un bar de chinos, que había por el barrio. Bebiendo carajillos y fumando Ducados sin parar, repasaban el repertorio mas clásico de Los Chichos.
En la acera de enfrente a La venta de La Luisa se encontraba la cafetería Ulyses 2, tal que así era el nombre, como la segunda parte de una película. Allí también tenían terraza de verano. Y allí también se reunían otros tres. Unos que le daban al cancionero de Los Chunguitos y que se hacían llamar Dame veneno.
 Juan Ramón se asomo por la puerta de la habitación de su hija:
-Niña, me voy

1 feb 2015

El profesional

El ajetreo típico de un hospital. Médicos y enfermos. Afuera, de vez en cuando, puede oírse la sirena de alguna ambulancia que se acerca. Dentro, aunque los carteles ruegan "Silencio" nadie sabe leer. Es fácil no llamar la atención en un lugar así. Él es un profesional y ha decidido pasar inadvertido vistiendo una bata blanca y llevando  fonendoscopio al cuello. Sube al ascensor y pulsa el botón con el numero 3. En la tercera planta esta la habitación del viejo. Los de Promovisa se han enterado de que esta ingresado con problemas de corazón. Quieren asegurarse  de que son problemas sin solución. Por eso le han contratado. Entra en la habitación 315. El viejo duerme. Trabajo aún más sencillo. Del bolsillo de la bata saca la jeringuilla e inyecta el liquido que contiene en uno de los goteros del viejo. Hecho. Si su propio corazón no le mata lo hará el veneno. A lo mejor hoy no. Mañana seguro. Sale de la habitación. Abandona el hospital, tal y como llegó, sin llamar la atención.

El día siguiente.
Los chicos están en la playa, entretenidos, allí con sus cosas...de pronto
-Un momento, ¿no escucháis algo?- Todos guardan silencio. Y en verdad, si , se escucha algo. Una voz a lo lejos. Luchando contra el sonido de las olas y el viento. Un crescendo fatal.
-¡Chanquete ha muerto...Chanquete ha muerto....Chanquete ha muerto...!!-

31 ene 2015

Mi pie izquierdo zombi

El apocalipsis zombi, ustedes ya saben. Una bomba, el calentamiento global. un catarro mal curado...algo de esto u otra cosa lo causó, qué más da. A un lado muertos vivientes, al otro vivos, vivientes también, y en medio yo. Todo empieza un día que entro en un hipermercado buscando comida. Una de esas cosas que hacen los supervivientes de una hecatombe zombi, vamos. Aunque ahora que lo pienso cuando todo era normal yo también iba al hiper, solo que todo estaba más lleno...bueno, pues eso que me planto allí y ,cómo no, un muerto en vida que me encuentro. Total que se pone a perseguirme. Déjenme aclarar que los zombis de este acontecimiento zombi en concreto, son de los modernos, de los que corren como gamos, nada de arrastrar los pies. En fin, que allí los dos corriendo el uno detrás del otro por los pasillos, hasta que el tipo me alcanza y me tira al suelo. Yo muerto de miedo (y de asco, que los zombis me dan mucho asco) intentando zafarme y lográndolo, o casi. El zombi me agarra la zapatilla, doy un tirón con la pierna y se queda con ella en la mano( con la zapatilla no con la pierna). Y es entonces cuando sucede. A través del fino calcetín de hilo, me araña en el pie al intentar volver a cogerme. Nada, muy poco, lo justo. Pero al final escapo. Al principio no le doy mucha importancia al arañazito. Joder, la experiencia me dice que para convertirte en zombi te tienen que meter un buen viaje. Pero luego por la noche, ya en el campamento, me despierto en mi tienda de campaña. Un hedor nauseabundo impregnándolo todo y no es que el interior de la tienda de campaña de un superviviente de un apocalipsis zombi huela muy bien de por si. Pero es que allí huele a muerto, a muerto viviente. No tardo en descubrir que el olor proviene de mi pie izquierdo. El pie en el que el tío del hiper me ha hecho un rasguñito. Nada, muy poco, lo justo. Yo no se como funcionan estas mierdas zombis, pero parece ser que un poquito de la mugre de la uña del tío ha hecho que mi pie izquierdo se zombifique. De esto hace ya un mes, me han echado del campamento. Dicen que mi pie no es bien recibido. También he vuelto a tener encuentros con zombis pero pasan de mi, no me deben considerar lo suficientemente vivo como para resultar apetecible, ya ves tú, por un pie. Así que ahora camino solo por las calles de esta ciudad...

30 ene 2015

What If...?

Después del atentado fallido, Paul, George y Ringo fueron a visitarle al hospital. El suceso es de sobra conocido : John y Yoko, de camino a su hotel después de cenar en el Soho, son interceptados por un fan, Mark Chapman, este le muestra a John la cubierta de su ultimo Long Play, ”Double Fantasy” y le pide que se la autografíe, John le dice que no tiene boli, Mark dice que no hay problema y rebusca en los bolsillos interiores de su abrigo de pana. Saca una pistola y apunta a John. La intención de Mark es clara, pero Yoko reacciona y utilizando su perfecta técnica de Kung-Fu, desarma al loco de una patada y con la otra pierna le golpea en el pecho, dejándole sin respiración y fuera de combate. La pistola golpea la cabeza de John con tal fuerza que este cae inconsciente. La pistola al golpear la cabeza de John se dispara, hiriendo de muerte a Yoko.

-Lo siento, tío, no somos nadie-dijo Ringo.

-Y tú aún menos que nadie-musitó para sus adentros John, acariciándose la cabeza vendada.

-Ella te quería tanto. Dio su vida por la tuya-Paul tenía esa sonrisa tan McCartney en la cara mientras hablaba que John se moría de ganas de soltarle dos buenas hostias en esos mofletillos sonrosados, como cuando eran críos. Si se contuvo fue por el dolor de cabeza.

-A ver, esto es una tocadura de huevos, porque bien sabemos todos aquí cual es la opinión que tenían los señores de mi mujer:”que si nos hemos separado ha sido por culpa de la bola de pelo esa”, “que si John tiene el cerebro destrozado por las drogas y no es capaz de ver la fealdad del orco chino que lleva al lado”, ”que si tal”, ”que si cual”….

-Totalmente de acuerdo, John, que yo he venido, pero vamos, por verte a ti un rato, que me llamó Ringo ayer y me contó, yo ni me había enterado, ya sabes que el televisor lo veo más bien poco, qué soy más de llevarme unas cervezas y unos porros al sótano y tocar la Rickenbacker hasta que me dan las tantas, ya tengo canciones para un triple álbum- el bueno de George, siempre fumado, siempre sincero.

-Veeeeenga, Johnny, no te pongas así, a pesar de las diferencias aún somos amigos, todo lo que hemos vivido juntos, ¿no cuenta, o qué?¿Ya te has olvidado de Hamburgo?, ¿Te has olvidado del Sargento Peppers?, ¿Te has olvidado de All you need is love?, vamos hombre, que juntos hemos hecho cosas muy guapas.- Paul remarcó lo dicho con su sonrisa "McCartney".

Ringo se puso a tararear “With a little help from my friends”.

-¿Me has llamado Johnny?-Lennon estaba rojo de ira.

-Hombre…-

-¡¡A mi no me llama Johnny ni mi madre!!-gritó John.

-Claro, como que tu madre esta muerta- añadió de forma elocuente Ringo –igual que Yoko.

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

12 dic 2012

Crystal Lake

Corren el uno tras el otro. El asesino loco, hacha en mano, detrás. El excursionista extraviado, delante. Al excursionista extraviado le da un apretón. Lo menos que le puede pasar en esa situación. Durante unos segundos sopesa la posibilidad de cagarse encima. Pero, qué va, qué va. En su escala de valores eso seria caer muy bajo. Así que el asesino loco, hacha en mano, llega a su altura. El excursionista extraviado se ha parado a "plantar un pino" al lado del camino. Esta ahí, agachado, con los pantalones por las rodillas. El asesino loco, hacha en mano, se siente contrariado. Sólo se le ocurre volver sobre sus pasos. La situación le ha superado. Se cuestiona todo en lo que creía hasta ese momento. El excursionista extraviado también tiene lo suyo. Pensaba que todo sería mas fácil. Pero está estreñido.

3 feb 2012

Pelo de tonto (El folletín) Capitulo 7


Anteriormente en Pelo de Tonto (Pinche aquí)… y ahora, continuamos…

Era noche cerrada. La furgoneta negra con el logotipo de los estudios “Golden Gold” circulaba a gran velocidad por la carretera del desierto. Ademia conducía. Belardo en el asiento del copiloto sollozaba. En la parte trasera llevaban un mono muerto envuelto en una alfombra.
-Ya verás como todo sale bien – Ademia intentaba consolar a su jefe sin demasiado éxito.
- Alguien echara de menos al maldito chimpancé… millones de espectadores saben que fui la última persona que estuvo con él… y ese plan tuyo…nada va a salir bien.
De repente y como subrayando ese “nada va a salir bien” Ademia vio en el espejo retrovisor dos puntos luminosos a lo lejos: Los faros de un coche. Por encima de aquellos faros otras dos luces, una azul y una roja: Un coche de  policía.
-Tranquilidad, tranquilidad, no tienen por qué estar siguiéndonos, seguro que es casualidad –pensó la mujer. Aminoró la velocidad y miró a Belardo. Este seguía hundido en sus miserias sin percatarse del nuevo contratiempo. Luego palpó el bolsillo derecho de su chaqueta, sintiéndose reconfortada por el peso de lo que allí guardaba. Volvió a mirar por el retrovisor . El coche patrulla se acercaba cada vez más a ellos.

Continuará…

15 nov 2011

Pelo de tonto (El folletín) Capítulo 6


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Cuando pulsó el interruptor de la luz, Belardo comprobó que su olfato no le había engañado. El mono estaba en el camerino, tirado en el suelo boca abajo, con el vaso de whisky del presentador en la mano.
-¡Cierra la puerta, cierra la puerta! –ordenó a Ademia, demostrando que uno podía gritar susurrando.
-¿Está…? –dijo ella mientras observaba como el tono anaranjado del maquillaje de la cara de su jefe se volvía rojo incandescente.
-¡No lo sé, joder, no  lo sé! –tiró las flores al suelo y se llevó las manos a la cabeza de manera dramática pero con gran cuidado de no mover o despeinar su peluca.
-Cálmate Belardo, ya lo miro yo –Ademia se acercó al chimpancé y tocó varias veces su cuerpo con la punta del zapato. El mono no se inmutó. Luego se agachó y le tomó el pulso. Pasado un rato miró a Belardo y negó con la cabeza.
-¡El fin, el fin de mi carrera! Ya veo los titulares: Belardo Skallet asesina a la mona Chita.  ¡Estoy acabado, peor que acabado! –Ademia se incorporó y agarrando del hombro a Belardo dijo:
-No te preocupes. Tengo una idea.

Continuará…