-Lo siento, tío, no somos nadie-dijo Ringo.
-Y tú aún menos que nadie-musitó para sus adentros John, acariciándose la cabeza vendada.
-Ella te quería tanto. Dio su vida por la tuya-Paul tenía esa sonrisa tan McCartney en la cara mientras hablaba que John se moría de ganas de soltarle dos buenas hostias en esos mofletillos sonrosados, como cuando eran críos. Si se contuvo fue por el dolor de cabeza.
-A ver, esto es una tocadura de huevos, porque bien sabemos todos aquí cual es la opinión que tenían los señores de mi mujer:”que si nos hemos separado ha sido por culpa de la bola de pelo esa”, “que si John tiene el cerebro destrozado por las drogas y no es capaz de ver la fealdad del orco chino que lleva al lado”, ”que si tal”, ”que si cual”….
-Totalmente de acuerdo, John, que yo he venido, pero vamos, por verte a ti un rato, que me llamó Ringo ayer y me contó, yo ni me había enterado, ya sabes que el televisor lo veo más bien poco, qué soy más de llevarme unas cervezas y unos porros al sótano y tocar la Rickenbacker hasta que me dan las tantas, ya tengo canciones para un triple álbum- el bueno de George, siempre fumado, siempre sincero.
-Veeeeenga, Johnny, no te pongas así, a pesar de las diferencias aún somos amigos, todo lo que hemos vivido juntos, ¿no cuenta, o qué?¿Ya te has olvidado de Hamburgo?, ¿Te has olvidado del Sargento Peppers?, ¿Te has olvidado de All you need is love?, vamos hombre, que juntos hemos hecho cosas muy guapas.- Paul remarcó lo dicho con su sonrisa "McCartney".
Ringo se puso a tararear “With a little help from my friends”.
-¿Me has llamado Johnny?-Lennon estaba rojo de ira.
-Hombre…-
-¡¡A mi no me llama Johnny ni mi madre!!-gritó John.
-Claro, como que tu madre esta muerta- añadió de forma elocuente Ringo –igual que Yoko.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! -AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! |