3 jun 2011

Klaus

Una pequeña pastelería. Eso era lo que mas me gustaba del pueblo de mis padres. Klaus se llamaba, igual que su dueño. Klaus, la pastelería, era un lugar que todos los niños adoraban. Klaus, el dueño, era un tipo al que todos los niños querían. Por las noches, si habías comido sus delicias de chocolate tus sueños eran de dibujos animados.
Muchos años después, cuando Klaus ya había muerto, nos enteramos de que era un supervillano retirado. Le llamaban El Pastelero allá en Nueva York. Y el ingrediente secreto de sus delicias de chocolate era una dosis muy, muy, muy pequeña de LSD.