27 oct 2011

Pelo de tonto (El folletín)


El hilo musical del restaurante, una típica hamburguesería del centro, dejaba escapar una alegre melodía popular en versión de Cosmo Lalalá, el mago del tarareo. Belardo, que ocupaba una mesa del local tomando un café, lucía un espectacular pelazo. Cuando el flequillo a lo Johnny Hallyday se le venía a los ojos, él lo apartaba hacia un lado con la mano de manera muy elegante. Reparó en que enfrente de él, sentado al otro lado de la mesa, había  un chimpancé con la cara metida en un plato de sopa. Debía haberse ahogado allí ya que no se movía. También le llamó la atención un hombre que se encontraba en la barra. No era la primera vez que lo veía. El hombre pulsaba los botones de lo que parecía ser un reloj de pulsera y  el tiempo que Belardo empleó en parpadear fue suficiente para que el tipo desapareciera. Siempre hacia lo mismo, desaparecer de algún restaurante. La camarera se acercó a Belardo y le dijo:
-Belardo, chiquitín, despierta, vamos, hay que levantarse, llegarás tarde… -
                                                                                                                   Continuará...