Antoine solo iba a acompañar a su novia al Tanatorio. Ha muerto su abuelo de ciento quince años. Pero al final ha decidido quedarse toda la noche en el velatorio. Piensa que es un detalle de tío majo que se preocupa por su chica. No llevan mucho tiempo. Los padres de la muchacha, cuando esta les presenta, le miran como diciendo: "
¿Tu eres el marrano que se cepilla a mi niña?, ¿Qué coño haces aquí?" Se siente fuera de lugar. Exceptuando a Lissette, su novia, no conoce a nadie. Quizás no haya sido tan buena idea quedarse. Por allí pasa todo tipo de gente. Familiares, amigos, conocidos. Hay risas, hay llantos. Una fiesta bipolar a la que Antoine se arrepiente de haberse autoinvitado. La noche avanza y el joven se mantiene en un discreto
segundo cuarto plano en la esquina mas alejada de todos, bebiendo coca cola. En un momento dado, casi sin querer, mira el cadáver del abuelo, cuyo ataúd se encuentra en un habitáculo que puede verse desde la sala a través de un cristal. Un escaparate que muestra lo que sera el futuro para todos y cada uno.
¿Se ha movido?. ¡Joder, se ha movido!. Antoine cree haber visto que un brazo del cadáver cambia de posición. Se fija mejor. Efectivamente el brazo se mueve.
-¡¡ESTA VIVO!!- el grito de Antoine atrona toda la sala. Se arma un gran revuelo. Hay carreras. Hay desmayos.
Media hora después el doctor confirma que el difunto sigue estando muerto. Que el brazo, seguramente se ha movido a causa del rigor mortis. Antoine no sabe donde meterse. Así que decide batirse en retirada. Se despide pidiendo disculpas. Puede sentir las miradas de todo el mundo clavandose en él, como agujas en un muñeco vudú. Lissette es la única que no le mira. Esta dando aire con un pañuelo a su madre, que acaba de recuperar la consciencia.
- Buenas noches.- es justo en ese momento, cuando todos le observan en silencio, caminando cabizbajo hacia la salida, que algo se remueve en el interior de Antoine, literalmente. Es gas. Demasiada coca cola.
Tierra tragame, piensa Antoine antes de que el inevitable solo de trompeta comience a sonar.