7 sept 2011

Forense

El forense había terminado su trabajo. Durante cuatro horas había examinado con todo detenimiento el parabrisas del vehículo. Se acercó al Sargento de la Guardia Civil, que junto a otros dos agentes custodiaban al detenido.
-¿Y bien?- preguntó el Sargento.
-Pues bien, he contado al menos diez cadáveres. Pero podrían ser más. Hay algunos restos imposibles de identificar. Así que, sin lugar a dudas, diría que ha sido un atropello premeditado.- dijo el forense.
-Llévenselo- ordenó el Sargento a los dos agentes. El detenido comenzó a forcejear, gritando:
-¡¡ No...No...¿Por qué?...No...Solo eran mosquitos...mosquitos !!