Un día pasó. El oído humano ya sólo fue capaz de captar determinadas frecuencias de sonido. Las que salían de los auriculares de los teléfonos moviles.
Así que ahora, aunque estemos el uno al lado del otro, si queremos charlar, tenemos que telefonearnos. Y antes de dormir nos mandamos un sms de "Bnas Nches". Si tenemos saldo, claro.