26 abr 2011

El asedio de Baladí

El estruendo musical que provocó el piano al estrellarse contra el suelo, resultó de lo mas artístico. Los ingleses, que unos segundos antes habían visto como el piano salia volando desde la fortaleza de Baladí, ya podían estar seguros de que a los franceses les estaba pasando factura el asedio. Ni que decir tiene, que el instrumento, lanzado con una antigua catapulta que los gabachos habían encontrado en el museo de armas de la fortaleza, no causó ninguna baja en el ejercito ingles.
-Lo de la catapulta no ha funcionado, Monsieur-
-¡Merde!, esperemos que esos malditos ingleses lo tomen como una advertencia extravagante por nuestra parte y que les haga sentir temerosos de acercarse a la fortaleza.¿Ha hecho el recuento de munición, Sargento?-
-Si, nos queda una bala por mosquetón, Monsieur, lo que hace un total de doscientas treinta y ocho balas.-
-¡Mon dieu, feo asunto!-
En ese instante se oyó  el retumbar de los tambores  ingleses en el exterior, indicando un inminente ataque.
-¡Rapido, Sargento, quiero esos doscientos treinta y ocho mosquetones en las almenas ya!-


Un minuto después el Almirante francés se dirigía a sus hombres:
-¡Bien, soldados,a mi orden disparen, tengan muy presente que estas doscientas treinta y ocho balas son las ultimas, intentemos detener el avance de esos bastardos, es nuestra única esperanza de ganar algo de tiempo. Nuestros refuerzos no tardaran en llegar!-
Los ingleses que podían contarse por miles se acercaban a la fortaleza en formación. Sin prisa pero sin pausa.Cuando el Almirante francés consideró que se encontraban  a una distancia apropiada, gritó:
-¡¡FUEGO!!-
Fue entonces cuando las doscientas treinta y ocho balas, disparadas desde los doscientos treinta y ocho mosquetones franceses, acribillaron a un soldado inglés.Uno.Uno que ni siquiera iba armado. Uno de los que tocaba el tambor. Practicamente quedó desintegrado. Una masa sanguinolenta tirada en el suelo. Un tipo, que desde la distancia y entre todos los demás, cayó mal a doscientos treinta y ocho franceses. Y, ya lo habrán supuesto, esto aceleró el final del asedio de Baladí. Esto fue así.